Apenas 77 metros sobre el nivel del mar, 600 metros de
longitud, una pendiente del 12% y rampas que rozan el 22% tienen la culpa de la existencia de esta pared
adoquinada en pleno corazón de las Ardenas Flamencas, escenario de infinidad de
batallas históricas, afortunadamente en la actualidad las que se libran por
estos lares son batallas de carácter ciclista. Para ser exactos se encuentra en
Melden perteneciente a Oudenaarde,
localidad donde desde el año pasado podemos presenciar la llegada de una de las
pruebas más bonitas y espectaculares del calendario, el Tour de Flandes, De Ronde, así como su completo museo en
una visita fundamental para los amantes de este deporte. Hablamos naturalmente del
Koppenberg, traducido como montaña de las cabezas.
Encuadrado dentro los diecisiete muros adoquinados de la
ronda flamenca, el Koppenberg se subió por primera vez en el año 1976 y lo hizo
ininterrumpidamente hasta 1987.
En ese año, 1987, se produjo un hecho que cambiaria durante
años sucesivos la historia de esta colina empedrada. Jesper Skibby corredor danés
del equipo Roland, marchaba escapado con algo de ventaja a su paso por el Koppenberg
manteniéndose en pie como iba pudiendo dando bandazos por el durísimo empedrado,
en ese momento y ante la proximidad del pelotón el coche del comisario de
carrera acelera para tomar posición y en su camino arrolla literalmente a
Skibby, afortunadamente el danes no tuvo que lamentar lesiones de mayor
gravedad, pero si influyo este lance de la carrera para que se suprimiera la
subida a esta mítica colina durante nada menos que 15 años, hasta el 2002. En
este periodo fue pavimentado y adecentado el trazado y se reconstruyeron parte
de los adoquines. Desde entonces hasta la fecha, a excepción de 2007, se ha
subido todos los años brindándonos imágenes de ciclismo antológicas. Aquí os
dejo con algunas de las imágenes más espectaculares que nos ha dejado estos años de
Koppenberg, un lugar en la historia del ciclismo.
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