miércoles, 13 de febrero de 2013

Pedaleando bajo la lluvia


En pleno mes de julio de 1998, una tormenta recorría la Francia ciclista, para ser exactos  esa tormenta se cernía sobre todo el mundo del ciclismo en general. Fue el Tour del tristemente famoso “Caso Festina” y gran parte de la atención mediática estaba en las andanzas de médicos, policías, registros y demás chascarrillos alejados totalmente de la batalla deportiva.




Otra tormenta, esta de las de verdad, de agua, relámpagos y truenos, asomaba el cielo alpino en la mañana del 27 de Julio en la salida de Grenoble. Esta etapa llevaría a los corredores desde esta ciudad a la estación invernal de Les Deux Alpes. Por medio tendrían que atravesar ni más ni menos que el puerto de la Croix de Fer , el Galibier por la parte del Telegraphe y la ascensión final a Les Deux Alpes.  Desde el principio de la etapa se sucedieron diversos ataques en lo que se esperaba  como la etapa más dura de aquella edición de la ronda francesa. Después de pasar la Croix de Fer y al iniciar la larguísima ascensión al Galibier el pelotón estaba totalmente roto. A pesar de la incesante lluvia y el mal tiempo, largas filas de aficionados se agolpaban con sus chubasqueros a lo largo de toda la subida al gigante alpino. El líder Jan Ullrich se quedaba sin compañeros de equipo en esta subida y como era de esperar no podía responder a todos los ataques . La cara del corredor germano lo decía todo, iba a ser un día muy largo. Boogerd, Escartin, Jiménez, Leblanc… todo el mundo se movía en la parte delantera para castigo de Ullrich. Pero  lo que la gente esperaba es el momento de un ataque en concreto, ese era sin duda el de Marco Pantani. El “pirata” espero el instante exacto, observo el mal momento por el que pasaba el líder alemán y se fue a la conquista del Galibier, y por supuesto a la conquista del Tour. Un ataque fuerte al que solo pudo responder a duras penas el francés Leblanc pero que poco a poco fue haciendo camino entre la lluvia que asolaba el territorio alpino llevándose por delante a todo oponente, en solitario como los grandes “un uomo in fuga” como decían de su compatriota Fausto Coppi muchos años antes. Un hombre en su lucha contra si mismo, con la montaña como aliada, esa montaña que tanto le dio durante toda su vida y que el amaba como suya propia. Su gran sueño el de ser el más grande en las cumbres se estaba haciendo realidad, ya lo hizo meses antes cuando gano con una autoridad indudable el Giro de Italia.






 Corono la cima del Col du Galibier con casi 3 minutos de ventaja, lo que le acercaba al maillot amarillo virtual de forma imparable. El alemán Ullrich seguía hundido, derrotado y viendo como se le escapaba el que podía ser su segundo Tour de Francia, lo que se presumía como años de dominación del corredor de Rostock fueron frenados de golpe por el ataque de un loco de las montañas, de un corredor a la vieja usanza de los que tanto se echan de menos en el ciclismo en la actualidad. El peligroso y larguísimo descenso del gigante Galibier seguía con el tiempo a favor para Pantani, que por el camino encontró a algunos aliados como el añorado Chava Jiménez, otro escalador de otra época. Comienza la subida final a Les Deux Alpes, Marco Pantani se dirige como si de una moto se tratara a la victoria de etapa en la cima de la estación alpina. Con su alegre movimiento encima de la bicicleta avanza a pasos agigantados por la curvas de la ascensión final, con los tiffosi italianos desplazados hasta Francia vibrando en cada pedalada del Pirata. Bailando bajo la lluvia encima de su bici, aprovechando cada metro para sacar más ventaja sobre sus rivales, entra finalmente vencedor en la línea de meta, el corredor de Cesenatico se enfunda el preciado maillot amarillo por primera vez en su carrera deportiva, por detrás un reguero de corredores, destrozados, derrotados ante el vendaval. Pero por encima de todos uno de ellos, el alemán Jan Ullrich que llego a meta a casi 9 minutos del vencedor, en el que probablemente fue su peor día encima de una bici como profesional. Días después Marco Pantani se convertiría en ganador del controvertido Tour de 1998, el ultimo corredor hasta la fecha en hacer el doblete Giro-Tour. Una etapa de leyenda con un vencedor de leyenda.




Febrero de 2004, de una clínica de Rimini en la costa adriática nos llegaba una noticia que helaría el corazón de todos los amantes del ciclismo. Marco Pantani había fallecido. Después de unos años duros con continuas recaídas, con graves problemas personales nos dejaba el mejor escalador de los tiempos modernos. Se fue en silencio, en solitario, como siempre en fuga, dejando a sus amigas las montañas teñidas de un negro que hasta ahora no han conseguido quitarse. Sirvan estas líneas de homenaje, hoy que se cumplen 9 años de su fallecimiento.


                                   Espectacular pintura del momento del ataque en el Galibier
                                             ("Camino de la gloria"©Cristina Flores)

                                  Monumento a la memoria de Marco en plena subida al Col du Galibier