sábado, 21 de septiembre de 2013

SALLANCHES ' 80 : HINAULT NO TIENE PIEDAD

Muchos coinciden en que fueron los Campeonatos del Mundo de ciclismo en ruta más duros de la historia y el resultado final de los mismos parece dar la razón a quienes lo afirman. Nos situamos en 1980 en la localidad francesa de Sallanches en pleno corazón de la Alta Saboya alpina donde el 31 de agosto del citado año iba a disputarse la prueba en línea de los mundiales de ciclismo en carretera. Las primeras impresiones y reconocimientos de los distintos corredores dejaban claro que era prácticamente un recorrido de montaña en el que las veinte subidas a la complicada cota de Domency iban no solo a decidir la carrera sino a hacerla pedazos literalmente. El propio Juan Fernández, uno de los pilares básicos de la selección española de la época, declaraba tras sufrirlo en sus carnes días previos a la prueba que difícilmente acabarían muchos corredores ya que apenas había descanso en el exigente trazado francés, el “circuito de la muerte” fue el nombre que más se escuchaba en esos días.



El favorito número uno a la victoria era el indiscutible dominador del ciclismo en aquellos tiempos, el francés Bernard Hinault, dado que el recorrido por su dureza le venía como anillo al dedo. El “caimán” llegaba al final de temporada con la espina clavada de haber abandonado en el Tour de Francia tras una lesión y con la motivación de correr en casa ante un público entregado. Como principales rivales del bretón a conquistar el preciado maillot arco iris podíamos citar al belga Pollentier, el transalpino Baronchelli o al escoces Robert Millar sin dejar de lado otros posibles contendientes como el granadino Juan Fernández e incluso al mítico Roger de Vlaeminck.


Pero los pronósticos se iban cumpliendo según iban avanzando los kilómetros y Bernard Hinault iba seleccionando con fuertes cambios de ritmo las primeras posiciones y dejaba a 12 vueltas para el final, algo casi imposible en el ciclismo actual, prácticamente sentenciada la carrera con el italiano Baronchelli como único contrincante que a duras penas podía seguir la rueda del potente corredor francés. Como anécdota destacar que el propio Bernard Hinault se acerco al coche del mítico seleccionador italiano Alfredo Martini para pedir la colaboración de Baronchelli en la escapada, pero el corredor de la azzurra poco podía hacer ante el empuje y la fuerza de un Hinault incontestable aquel día en Sallanches. A falta de una vuelta para el final, en plena subida a la Cota de Domency, el corredor francés asestaba el golpe letal que condenaba a Baronchelli a la plata y ponía tierra de por medio para conseguir el Campeonato del Mundo tras una inenarrable hazaña que solo los grandes de la historia de este deporte como el “Caimán” Bernard Hinault han podido firmar. En el sprint final por el bronce Juan Fernández se imponía a un reducido grupo entre los quince supervivientes de este terrible circuito alpino.

Fuente:  "Historias del Arco Iris" J.Carlos Molero



martes, 3 de septiembre de 2013

FREDDY MAERTENS: Lider de princpio a fin


En esta edición de la Vuelta ya hemos visto a cinco corredores distintos vistiendo el rojo de líder de la prueba en apenas una semana de carrera. Evidentemente esto no ocurre todos los años y en la Vuelta de 1977 sucedió  precisamente todo lo contrario, un líder de principio a fin, de la primera a la última etapa.



Ese líder fue el mítico corredor belga Freddy Maertens que en aquel entonces militaba en las filas del histórico conjunto Flandria portando el arco iris como campeón del mundo, título que conseguiría en dos ocasiones además de vencer en gran cantidad de pruebas de un día como la Paris-Tours o la Amstel Gold Race junto a los tres entorchados del maillot por puntos que consiguió en el Tour de Francia. Como curiosidad destacar que nunca pudo vencer, a pesar de estar muy cerca de ello en algunas ocasiones, en ninguno de los denominados monumentos del ciclismo (San Remo, Roubaix, Flandes, Lieja, Lombardía), sin embargo fue un corredor muy popular en su país Bélgica.





Ya en la salida de la Dehesa de Campoamor en Orihuela, Alicante, donde se celebro el prologo de 8km, el corredor del Flandria se enfundaba el maillot de líder (naranja en aquella edición) para no soltarlo hasta la etapa final. Pero por si esto fuera poco, Maertens también iba a dominar la carrera en lo que a victorias parciales se refiere, con un total de 13 etapas vencidas durante el transcurso de la prueba, superando a Delio Rodríguez que ostentaba el record de victorias de etapa en una misma Vuelta con doce en 1941. Excepto la clasificación de la montaña, ganada por Pedro Torres, las restantes clasificaciones fueron también a parar al ciclista belga del Flandria.


Para los demás fueron quedando las migajas que iba dejando el potente rodador belga que a pesar de no ser un gran escalador se pudo hacer en 1977 con la única victoria en una carrera de tres semanas en su palmarés. Bien es cierto que la suavidad del recorrido con pocas etapas fuertes de alta montaña y la suspensión de las últimas etapas en territorio vasco (la carrera finalizo en Miranda de Ebro) por los problemas socio-políticos de la época, fueron un punto a favor de la victoria de Freddy Maertens que pudo aventajar en casi tres minutos al guipuzcoano del Teka Miguel Mari Lasa.

lunes, 12 de agosto de 2013

L'Angliru: El temible coloso de la Vuelta

La búsqueda por parte de Unipublic, empresa organizadora de la Vuelta Ciclista a España, de realzar su carrera para dotarla de una identidad propia buscando las diferencias con las otras dos vueltas grandes por etapas, el Giro de Italia y el Tour de Francia, han llevado a la ronda española todo tipo de innovaciones en recorrido, organización e imagen, siendo una de las más llamativas la aparición del maillot rojo para el líder de la prueba que tuvo lugar en la edición del 2010. Respecto al recorrido, la búsqueda de un coloso de montaña que fuera el santo y seña de la carrera como ocurre con ascensiones tan legendarias como el Mortirolo (a pesar de ser relativamente reciente) en el Giro de Italia o el Alpe d Huez en el Tour era otro de los objetivos de los organizadores de la Vuelta.

A mediados del año 1996, Miguel Prieto, invidente y por aquel entonces director de informática de la Fundación Once, envía a Unipublic la documentación sobre una ascensión sobrehumana en plena cuenca minera asturiana, partiendo de la localidad de La Vega-Riosa. Un camino rural hacia ninguna parte con un asfalto en malas condiciones que hacia poner pie a tierra hasta a los más intrépidos cicloturistas de Mountain Bike. Los técnicos de la carrera española procedieron a examinar con más detalle esta misteriosa subida conocida en un principio erróneamente como La Gamonal y más tarde como el Alto de L’Angliru. Se abría paso a una leyenda, por fin la Vuelta tenía el coloso que después de tantos años se le resistía.
El malogrado José María Jiménez “Chaba” fue uno de los primeros profesionales en ir a conocer personalmente la dureza de aquellas terribles rampas del alto asturiano, invitado por la peña ciclista que lleva su nombre en la localidad de Riosa, el abulense destacaba a los medios de comunicación los brutales desniveles y la posible trascendencia que tendría esta subida en el futuro. La organización ya había encontrado su “Mortirolo” o “Alpe d Huez” particular y el mundo descubriría sus poco mas de 13 km de ascensión y y sus rampas de hasta el 23% (en el tramo conocido como la Cueña de les Cabres) tal día como un 12 de septiembre de 1999.
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El día en cuestión, los valientes se enfrentaban a 175 km que separaban León del espectacular Angliru, con unas nubes que no hacía presagiar un bonito día en cuanto a lo meteorológico se refiere, y así fue. Según se acercaban los corredores a la cordillera asturiana la cosa iba poniéndose peor y así lo sufrieron hombres como el aragonés Fernando Escartin que tras una aparatosa caída en el mojado descenso de la Cobertoria, sepultaba sus opciones en esa Vuelta de 1999. La hora de la verdad había llegado, por fin llegaba la subida más esperada en los últimos años en la Vuelta Ciclista a España, quizás desde la primera ascensión a los Lagos de Covadonga no se había generado una expectación parecida. “Bienvenidos al Infierno” rezaba una pintada nada más pasar el cruce que lleva a los primeros metros del temible Angliru. La carrera que ya venía hecha pedazos con anterioridad, se iba fragmentando poco a poco. Míticas escenas como la del alemán y a la postre vencedor de aquella Vuelta Jan Ullrich sufriendo junto al líder en aquella jornada, Abraham Olano han quedado para el recuerdo de nuestra memoria ciclista. El mejor escalador español de la época, el abulense José María Jiménez (el “Pantani spagnolo” como afirmaba el comentarista de la RAI en la retransmisión de aquella etapa para el país transalpino) emergía de entre la niebla superando al ruso Tonkov y entrando en la historia como el primer vencedor de esta cima mítica. Jornada con todos los ingredientes encima de la mesa para calificarla como de tintes épicos, rampas inhumanas, lluvia, niebla….la repercusión mediática del evento se disparaba en aquella tarde ocupando en algunos momentos de la etapa, un 50% de audiencia para televisión española.

Durante los siguientes años su presencia en carrera se fue alternando, con un parón entre 2002 y 2008.No exento de polémica por los famosos empujones que no se ven a través de las cámaras y en pleno proceso de humanización del ciclismo, algunos corredores se han manifestado abiertamente en contra de la inclusión del Angliru en carrera. Grandes figuras de este deporte han inscrito su nombre con letras de oro en esta joven pero ya legendaria subida asturiana. “Chaba” Jiménez (1999) Gilberto Simoni (2000), Roberto Heras (2002), Alberto Contador (2008) y Juanjo Cobo (2011) son los corredores que han conseguido vencer en el coloso riosano. En la edición de la Vuelta 2013, el Angliru será otra vez un importante protagonista al situar la etapa un día antes de terminar la carrera en Madrid.


miércoles, 26 de junio de 2013

La caravana del Tour. Un curioso ritual



El aficionado al ciclismo, me refiero al que se agolpa en las cunetas en algunos casos esperando horas e incluso días para ver a sus ídolos en directo, agradece siempre su presencia. Durante casi una hora y como previa al paso de los corredores, la caravana publicitaria del Tour de Francia se convierte en un ritual que casi ninguno de los seguidores que se dan citan a los dos lados de la carretera quiere perderse. Una larga procesión de vehículos recorre exactamente cada uno de los kilómetros por donde apenas unas horas después transitaran los ciclistas más importantes del pelotón profesional.


La caravana fue creada en 1930 como un modo eficaz de publicidad orientado a los miles de espectadores que acudían a ver in situ a los ciclistas del Tour de Francia. En aquella época al existir equipos nacionales en competición, no tenían apenas presencia las marcas publicitarias en los maillot ni en la propia estructura de la carrera y Henry Desgrange, el patrón del Tour puso en marcha esta novedosa forma publicitaria para sacar rentabilidad a la prueba.


Según datos aportados en una encuesta realizada por la propia organización del Tour de Francia, el 47 % de los seguidores que siguen la carrera en vivo tendrían como principal motivación a la hora de asistir a este evento, la caravana publicitaria. Los vehículos transformados de una forma original adaptada a la marca anunciada, tardan cerca de 45 minutos del primero al último y reparten obsequios entre los aficionados.

Unos 20 km de largo, con sus 180 vehículos, 600 personas, 37 marcas representadas, 15 millones de regalos distribuidos…  Son algunos de los datos de la caravana publicitaria de la última edición del Tour de Francia en el año 2012.








miércoles, 29 de mayo de 2013

INDURAIN DESTROZA LA MORAL DE SUS RIVALES. DAUPHINE'96

Se la podría considerar un pequeño Tour de Francia, a menudo sirve de previa (actualmente junto a la Vuelta a Suiza) para aquellos corredores que van a disputar la gran carrera francesa con opciones de brillar en la general final o victorias de etapa.
Nos referimos a la Dauphine Libere, una prueba histórica donde habitualmente se dan cita los mejores corredores del mundo y que en condiciones normales el ganador de la misma suele ser destacado protagonista de una forma u otra en el Tour, o no siempre.

Nos vamos a la edición de 1996, donde el gran tema de conversación en el entorno del mundo ciclista era la posibilidad de que un corredor superara la hasta entonces infranqueable barrera de cinco victorias en el Tour de Francia, ese corredor era por supuesto Miguel Induráin. El navarro se presentaba a la cita para el prologo inicial en la localidad de Megeve como vencedor de la anterior edición de la carrera. Un prologo corto en el que se imponía como no podía ser de otra manera el especialista de la época Chris Boardman, con los grandes favoritos como Rominger, Induráin o Jalabert en pocos segundos.

Ya en la segunda etapa en la que venció el francés François Simon, se pudo ver en las posiciones delanteras a Induráin dando un aviso para lo que vendría en las siguientes jornadas. Dos días después llegaba uno de los momentos clave de la Dauphine de aquel año, el Mont Ventoux. El famoso gigante de la Provenza, sin vegetación alguna en la parte más alta y con sus fuertes rachas de viento nos dejaba con la exhibición de dos de los grandes corredores franceses del momento, Laurent Jalabert y Richard Virenque. Para este último fue la victoria de etapa en la mítica montaña mientras que Jalabert, que por entonces militaba en el potentísimo conjunto ONCE, se hacía con el liderato con una interesante ventaja.



En la jornada posterior al Ventoux los corredores afrontaban una etapa contrarreloj de 42 km entre las localidades de Gigondas y Beaumes de Venise. Una dura prueba para el líder Laurent Jalabert ante grandes especialistas como Rominger o Induráin. El navarro no defraudo y se alzo con la victoria magistralmente por delante del suizo Rominger y del británico Boardman. El líder perdía 50 segundos con Induráin pero mantenía el maillot amarillo.


Y por fin llegaban los Alpes. La temida cordillera nos daba la bienvenida con una espectacular etapa camino de la ciudad amurallada de  Briançon, con el Col de Vars de por medio junto a la subida al mítico Izoard, entre otras ascensiones. Ya en Vars el líder Jalabert pasaba por problemas y perdía algunos segundos que posteriormente recuperaría. Sin embargo el durísimo Izoard paso factura al corredor francés de la ONCE que perdía el contacto con el grupo de Induráin donde también marchaban Escartin,  Leblanc, Virenque y Madouas.                                    

El navarro del equipo Banesto dejaba también a su perseguidores coronando en solitario el coloso Izoard pero una inesperada tormenta en el descenso le hizo tomar precauciones y fue alcanzado por sus perseguidores. Aun así Induráin se imponía en la meta de Briançon a Laurent Madouas y sentenciaba la clasificación general metiendo casi dos minutos a Jalabert el cual se bajo de la bicicleta en la jornada siguiente con final en Grenoble.

Miguel Induráin se hacía con su segunda Dauphine Libere consecutiva en la que seguramente fuera su última victoria en una carrera por etapas, dando un golpe moral a sus rivales para el Tour’96. Sin embargo ese Tour se convirtió en una autentica pesadilla para Miguel. Las pésimas condiciones climatológicas, con mucho frio, incluso nieve y un portentoso Bjarne Rijs dejaron al navarro y a toda su afición sin el sexto Tour consecutivo.


El podio final con Rominger y Virenque acompañando a Indurain

jueves, 2 de mayo de 2013

"SI OLANO ES MAGICO, CICCIOLINA ES VIRGEN" GIRO DE ITALIA 1996


Si, como habéis leído. Esa frase que titula esta entrada aparecía pintada en una de las múltiples pancartas que los tifossi italianos tenían en sus manos en las últimas rampas de la ascensión al gigantesco Pordoi en la jornada a la que nos referimos.
Estamos en el Giro de Italia de 1996, que ese año había comenzado en Grecia con tres tediosas jornadas al sprint y que dejaba lo mejor para las etapas finales. La etapa que hacia la numero veinte, venía precedida de una contrarreloj ganada por el ruso Eugeni Berzin por tan solo 1 segundo de diferencia con el guipuzcoano Abraham Olano. La maglia rosa viajaba a la espalda de otro ruso en cuestión, Pavel Tonkov con una mínima diferencia de ventaja sobre Olano. La jornada era de las que hacen afición, con un doble paso por el Pordoi, donde estaba situada la línea de meta, el Passo Manghen y el temible Passo Fedaia o Marmolada como también se le conoce.


                                            Perfil: Plataformarecorridosciclistas.org

Poco antes de comenzar la subida a la Marmolada, varios hombres escaparon del control del grupo comandado en todo momento por la escuadra italiana del Panaria, el equipo del líder Tonkov. Entre estos escapados se encontraban algunos hombres del equipo de Abraham Olano, el conjunto Mapei. Esto hacía presagiar el buen estado del corredor vasco. Pero ya en plena ascensión y con una fuerza descomunal un italiano de Brescia, Enrico Zaina salía del grupo de los favoritos llevándose consigo al líder Tonkov, el único que pudo seguir la rueda del valiente italiano. Ni Berzin, que fue el primero en ceder, ni Gotti, ni Ugrumov pudieron con ese ritmo. Abraham Olano tampoco pasaba por un buen momento y perdía unos metros respecto al líder y a Zaina. Se podía hacer una previsión de sentencia del Giro por parte del ruso Pavel Tonkov. Pero ni siquiera el líder estaba cómodo con el ritmo de Zaina, que se fue por delante para firmar un magistral cabalgada. Por detrás después de una magnifica recuperación Olano contacta con los hombres de cabeza entre los que se encontraban además del líder Tonkov, Ugrumov e Iván Gotti, cerca ya de coronar el legendario Passo Fedaia.

                                                                     Pavel Tonkov

Con unos rivales con mucha más habilidad en la escalada, Olano encara las primeras rampas del segundo paso por el Pordoi con gran tranquilidad y con un portentoso control de la situación. No solo eso, en parte de la subida el corredor guipuzcoano toma el mando del grupo y protagoniza algunos acelerones que apunto están de soltar al ruso Tonkov. Iván Gotti se marcha por delante y deja solos a Olano y Tonkov en su particular duelo por la preciada maglia rosa.





 Enrico Zaina culmina de forma sensacional su escapada y se hace con la victoria de etapa además de subir algunos puestos en la general que le supondrían ser segundo en la general final de Milán. En la línea de meta del Pordoi, Abraham Olano consigue a duras penas picarle unas centésimas al ruso. Después de la decisión de los jueces, el corredor de Anoeta se convertiría en el líder de la carrera después de protagonizar una espectacular etapa en un terreno totalmente hostil para él, un corpulento rodador. Haciendo mención a la citada pancarta, Olano no solo fue mágico, fue algo más, para hacerse con el liderato de la carrera y dominar la carrera en la alta montaña ante adversarios más potentes en ese terreno. Al día siguiente camino de Aprica y con el violento Mortirolo de por medio, la magia se esfumo y con ella la maglia rosa dejando a Olano tercero en la general final.


miércoles, 24 de abril de 2013

HISTORIAS EN ROSA: TRES CIMAS DE LAVAREDO. GIRO '74

Han pasado 6 años desde la última vez que pudimos disfrutar de las legendarias Tres Cimas de Lavaredo en carrera durante un Giro d' Italia. Fue con ocasión de la Corsa Rosa de 2007 con victoria del polémico Ricardo Ricco. Este año 2013, la organización de la prueba transalpina premiara a los aficionados con la que será la séptima ascensión en la historia a este coloso de alta montaña, sinónimo de espectáculo, que ha forjado su leyenda a pesar de no contar cada año para los organizadores.

                                                         Las tres Cimas de Lavaredo

Nos trasladamos a 1974, al mes de junio para ser exactos. Eddy Merckx el Caníbal belga iba camino de conseguir su quinto triunfo en el Giro de Italia con Baronchelli, el asturiano Fuente y el campeón del mundo Gimondi como principales rivales.
José Manuel Fuente conocido como el Tarangu se hizo con la preciada maglia rosa de líder en la tercera etapa y la llevo a la espalda durante varias jornadas, incluso la pudo mantener el día de la contrarreloj (su verdadero punto débil) en Forte de Marmi, pero días después en la etapa de Pietra Ligure y sobretodo en la que finalizaba en San Remo en la que sufre una fuerte pájara, pierde la maglia en detrimento, como no, de Merckx.
Pero este fuerte y valiente asturiano no se iba a rendir tan fácilmente. La clasificación general quedaba ya un poco alejada pero aun así se lo iba a hacer pasar mal al belga y sus demás rivales. Fuente vencía en la etapa que finalizaba en Mendrisio, en una pletórica ascensión al Monte Generoso y al día siguiente le cedía la victoria a su compañero de equipo Lazcano camino de Iseo limando así algunos segundos con los corredores que iban por delante en la general.



La carrera llega a su punto determinante a dos jornadas del final en Milán, la terrible etapa de las Tres Cimas  de Lavaredo. Solo se había subido dos veces anteriormente, para ser exactos una ya que la primera de 1967 fue prácticamente neutralizada por la nieve y el caos reinante en la parte alta de la montaña. Eddy Merckx ya sabía lo que era vencer en Lavaredo, lo hizo en el año 1968 en otra exhibición marca de la casa como solo el Caníbal podía hacer.
Antes de iniciar las rampas de las Tres Cimas, los ciclistas debían afrontar un par de ascensiones de menor entidad, pero que suponían una dificultad añadida a la ya de por sí complicada etapa. En primer lugar el Monte Rest y posteriormente el Passo della Mauria. Una etapa corta de 163 km, entre Pordenone y las tres míticas cumbres que serviría para dejar clara la clasificación de la carrera rosa, muy decantada de lado de Merckx. A pesar de ello, Fuente no dejo la oportunidad de intentarlo y en el segundo puerto de la jornada el Passo della Mauria abandona el grupo de Merckx y demás favoritos con un fuerte demarraje en busca de la hazaña. Con la fuerza que le caracterizaba en la escalada, el Tarangu se abría paso entre la niebla de la cima del Passo della Mauria y coronaba el puerto en solitario en busca de las primeras rampas de las Tres Cimas de Lavaredo. Por detrás el grupo de la maglia rosa marchaba con una seria desventaja sobre Fuente. 
Comienza la ascensión a Lavaredo con Fuente en solitario camino de una de sus victorias más épicas. Los tiffosi italianos enloquecen cuando ven aparecer la silueta del moreno corredor asturiano. Es un autentico ídolo en tierras transalpinas y más si cabe cuando era uno de los pocos corredores en poner en jaque la tiranía de Merckx. En el grupo perseguidor Baronchelli coge unos metros de ventaja y Merckx sufre encima de la bicicleta. 

Fuente, enfundado en su maglia verde de líder de la montaña, devora los últimos metros para conseguir su victoria en las Tres Cimas de Lavaredo. Una de las grandes gestas de este bravo escalador asturiano, el mayor rival de Merckx en las montañas del Giro. El Caníbal llega a 1 minuto y 47 segundos de retraso en meta, haciéndose con su quinto Giro de Italia.


sábado, 30 de marzo de 2013

De Ronde, La pasion de un pueblo



Si existe un lugar donde se vive el ciclismo de una forma especial (con permiso de los vascos) ese sitio es Flandes. Con el Tour de Flandes llega la explosión final de jubilo de lo que han sido casi dos semanas de jornadas de alto nivel en el deporte de las dos ruedas.


Tanto la organización, encabezada por Flanders Classics que engloba a las principales pruebas ciclistas flamencas, como las autoridades ponen todos los medios a su alcance para facilitar en todo lo posible a los aficionados una magnifica jornada de ciclismo y poder vivir en directo lo que para ellos es mas que una prueba deportiva.

Para ello, en los puntos calientes de la carrera, se dispondrá de todo tipo de servicios para los incondicionales de la bicicleta. En la zona de Kluisbergen próxima a las dos subidas que se antojan decisivas en esta edición, Paterberg y Oude Kwaremont se situaran pantallas gigantes, aparcamientos y restaurantes para que no falte de nada, al igual que en los alrededores de Oudenaarde y Ronse.

También se pondrá en funcionamiento un servicio especial de autobuses que unirá los pasos mas importantes de la carrera, dando así a los espectadores la posibilidad de ver mas de un paso de los corredores, no nos olvidemos que la prueba transcurre en un área muy concentrada de la región de Flandes y las distancias son mínimas.


Otra acertada decisión de los organizadores de De Ronde, es la instalación de tribunas especificas para las personas con minusvalías y movilidad reducida tanto en la salida en la plaza mayor de Brujas como en los alrededores del Oude Kwaremont, cualquier cosa por hacer llegar a todos los públicos un acontecimiento de esta importante magnitud en el territorio flamenco.

Todo esto nos da una idea del ambiente que se respira en las horas anteriores a la carrera, con aficionados que provienen de muy diversos puntos de Europa para ver en acción a los gigantes del adoquín. Se estima que se dan cita en las cunetas entre 500000 y 800000 personas a lo largo de todo el recorrido.



                                         Monumento a la bici en Brakel, hogar del mitico
                             Peter Van Petegem y paso habitual del Tour de Flandes


                      Asi se celebra un triunfo en De Ronde del idolo local, Tom Boonen

                  
                                         Emotivo video promocional del Tour de Flandes






miércoles, 27 de marzo de 2013

Les Amis de Paris-Roubaix. Los angeles en el infierno



Todo gran monumento cada cierto tiempo debe ser restaurado para que el paso del mismo y otros factores como las condiciones climatológicas o la propia mano del hombre no destruyan o alteren su esplendor y belleza. Esto es lo que ocurre con los tramos adoquinados de la Paris-Roubaix, el “Infierno del norte”, la reina de las clásicas. Este grandioso monumento en este caso ciclista, es sin lugar a dudas patrimonio de la historia del deporte.


Este infierno del norte (denominado así por un periodista de L’Auto en 1919 tras ver esas rutas devastadas por la guerra) también tiene sus propios ángeles.  Son la asociación Amis de Paris-Roubaix que se encargan de la conservación y cuidado de los sectores adoquinados por los que transcurre la legendaria prueba.

 
Albert Bouet periodista especializado en ciclismo del diario L’Equipe, a petición del director en aquel entonces del Tour de Francia y las carreras organizadas por su asociación, llevaría a  cabo junto al célebre Jean Stablinsky el descubrimiento del sector más conocido y espectacular de la carrera, el temible bosque de Arenmberg, que pasaría por primera vez la Roubaix en el año 1968.
En este punto es cuando se llama la atención del deterioro de los distintos sectores que componen la Paris-Roubaix, los cuales deben cambiarse, ponerse o quitarse del recorrido cada año, sobretodo en año electoral  y viéndose amenazados por la creciente urbanización de la zona, lo que hace temer la pérdida irreparable de estos legendarios trazados.





Es en 1982 cuando en una exposición fotográfica en la casa regional de la región du Nord- Pas De Calais en Paris, Jean Marie Leblanc, uno de los históricos directores del Tour de Francia, presenta un libro sobre “Les Pavés du Nord”, donde  se germinaría la idea de lo que será la asociación de Les Amis de Paris-Roubaix, que en el año 1983 de la mano de Jean Claude Vallaeys comenzaría su andadura hasta nuestros días.





Su labor fundamental es la limpieza de los tramos tras el duro paso del invierno en el norte de Francia, para que el segundo domingo de abril podamos disfrutar en todo su esplendor y sin riesgo alguno para los protagonistas, de uno de los mayores espectáculos deportivos que se dan sobre la tierra, la Paris-Roubaix.




domingo, 10 de marzo de 2013

Briek Schotte "El ultimo flamenco"


Ahora que nos acercamos al tiempo de las grandes clásicas, con sus muros y sus adoquines, hablaremos de una leyenda por esas tierras de Flandes, Briek Schotte.


Alberic “Briek” Schotte nacía en 1919 en la pequeña localidad de Kanegem, en Flandes Oeste. Conocido como el “hombre de hierro” Schotte es un fiel ejemplo del luchador flamenco, hombre rudo por excelencia. Según su propio testimonio era capaz de comerse para desayunar un bistec, dos huevos, pan untado con mantequilla y un café para rematar, incluso llevaba carne en su propia maleta cuando iba a disputar las carreras; ”comíamos bistec hasta caernos de cansancio, vivía en la región de los mataderos clandestinos y podía aprovisionarme fácilmente…”




Consiguió la victoria en los Tour de Flandes de 1942 y 1948 pero a pesar de sus múltiples intentos nunca llego a hacerse con el anhelado triplete de De ronde. Durante su carrera fue capaz de diversas hazañas ciclistas como proclamarse en dos ocasiones campeón del mundo en ruta o clásicas tan prestigiosas como la Gante-Wevelgen o la Paris-Tours, además de quedar en segunda posición en el mítico Tour de Francia de 1948 detrás de Gino Bartali.






El Tour de Flandes de 1950 fue en su propia opinión el mejor que corrió en su larga trayectoria por el adoquinado. Fue una edición marcada por unas terribles condiciones meteorológicas, con lluvia, nieve, granizo y un agresivo viento que dejo totalmente destrozados a los pocos valientes que aguantaron encima de la bici en esa dura jornada por los muros flamencos. Era su onceavo Tour de Flandes consecutivo de los 20 en los que participo el duro ciclista belga. Schotte marchaba en cabeza junto a Fiorenzo Magni , el conocido como “León de Flandes”, Van Est y Mahe cuando la mala suerte se cebo con él.

 Un desafortunado pinchazo le hizo perder la cabeza de carrera. Entre lo que hicieron sus congelados dedos y la ayuda de un espectador pudo reparar este percance en su rueda y lanzarse a tumba abierta para alcanzar a los tres hombres fugados. En ese momento perdía casi 5 minutos con ellos. Después de una persecución a muerte por los helados pavés de la travesía, entre ellos el célebre Kapelmuur o Muro de Grammont que se ascendía en esa edición por primera vez, consigue atrapar a dos de los escapados pero no pudo con Magni que con dos minutos de ventaja se hacía con la segunda de sus tres victorias en De Ronde . Esta proeza dice mucho del tesón y valentía que atesoraba este terco rodador flamenco.


Como anécdota destacar que falleció el día 4 de abril del año 2004, día en que se disputaba el Tour de Flandes esa temporada, un hombre unido a una carrera eternamente, como dijeron aquel día los comentaristas de la televisión belga “Dios debe ser uno de los grandes seguidores de Briek Schotte”


Monumento en homenaje a Briek Schotte en su localidad natal, Kanegem

miércoles, 13 de febrero de 2013

Pedaleando bajo la lluvia


En pleno mes de julio de 1998, una tormenta recorría la Francia ciclista, para ser exactos  esa tormenta se cernía sobre todo el mundo del ciclismo en general. Fue el Tour del tristemente famoso “Caso Festina” y gran parte de la atención mediática estaba en las andanzas de médicos, policías, registros y demás chascarrillos alejados totalmente de la batalla deportiva.




Otra tormenta, esta de las de verdad, de agua, relámpagos y truenos, asomaba el cielo alpino en la mañana del 27 de Julio en la salida de Grenoble. Esta etapa llevaría a los corredores desde esta ciudad a la estación invernal de Les Deux Alpes. Por medio tendrían que atravesar ni más ni menos que el puerto de la Croix de Fer , el Galibier por la parte del Telegraphe y la ascensión final a Les Deux Alpes.  Desde el principio de la etapa se sucedieron diversos ataques en lo que se esperaba  como la etapa más dura de aquella edición de la ronda francesa. Después de pasar la Croix de Fer y al iniciar la larguísima ascensión al Galibier el pelotón estaba totalmente roto. A pesar de la incesante lluvia y el mal tiempo, largas filas de aficionados se agolpaban con sus chubasqueros a lo largo de toda la subida al gigante alpino. El líder Jan Ullrich se quedaba sin compañeros de equipo en esta subida y como era de esperar no podía responder a todos los ataques . La cara del corredor germano lo decía todo, iba a ser un día muy largo. Boogerd, Escartin, Jiménez, Leblanc… todo el mundo se movía en la parte delantera para castigo de Ullrich. Pero  lo que la gente esperaba es el momento de un ataque en concreto, ese era sin duda el de Marco Pantani. El “pirata” espero el instante exacto, observo el mal momento por el que pasaba el líder alemán y se fue a la conquista del Galibier, y por supuesto a la conquista del Tour. Un ataque fuerte al que solo pudo responder a duras penas el francés Leblanc pero que poco a poco fue haciendo camino entre la lluvia que asolaba el territorio alpino llevándose por delante a todo oponente, en solitario como los grandes “un uomo in fuga” como decían de su compatriota Fausto Coppi muchos años antes. Un hombre en su lucha contra si mismo, con la montaña como aliada, esa montaña que tanto le dio durante toda su vida y que el amaba como suya propia. Su gran sueño el de ser el más grande en las cumbres se estaba haciendo realidad, ya lo hizo meses antes cuando gano con una autoridad indudable el Giro de Italia.






 Corono la cima del Col du Galibier con casi 3 minutos de ventaja, lo que le acercaba al maillot amarillo virtual de forma imparable. El alemán Ullrich seguía hundido, derrotado y viendo como se le escapaba el que podía ser su segundo Tour de Francia, lo que se presumía como años de dominación del corredor de Rostock fueron frenados de golpe por el ataque de un loco de las montañas, de un corredor a la vieja usanza de los que tanto se echan de menos en el ciclismo en la actualidad. El peligroso y larguísimo descenso del gigante Galibier seguía con el tiempo a favor para Pantani, que por el camino encontró a algunos aliados como el añorado Chava Jiménez, otro escalador de otra época. Comienza la subida final a Les Deux Alpes, Marco Pantani se dirige como si de una moto se tratara a la victoria de etapa en la cima de la estación alpina. Con su alegre movimiento encima de la bicicleta avanza a pasos agigantados por la curvas de la ascensión final, con los tiffosi italianos desplazados hasta Francia vibrando en cada pedalada del Pirata. Bailando bajo la lluvia encima de su bici, aprovechando cada metro para sacar más ventaja sobre sus rivales, entra finalmente vencedor en la línea de meta, el corredor de Cesenatico se enfunda el preciado maillot amarillo por primera vez en su carrera deportiva, por detrás un reguero de corredores, destrozados, derrotados ante el vendaval. Pero por encima de todos uno de ellos, el alemán Jan Ullrich que llego a meta a casi 9 minutos del vencedor, en el que probablemente fue su peor día encima de una bici como profesional. Días después Marco Pantani se convertiría en ganador del controvertido Tour de 1998, el ultimo corredor hasta la fecha en hacer el doblete Giro-Tour. Una etapa de leyenda con un vencedor de leyenda.




Febrero de 2004, de una clínica de Rimini en la costa adriática nos llegaba una noticia que helaría el corazón de todos los amantes del ciclismo. Marco Pantani había fallecido. Después de unos años duros con continuas recaídas, con graves problemas personales nos dejaba el mejor escalador de los tiempos modernos. Se fue en silencio, en solitario, como siempre en fuga, dejando a sus amigas las montañas teñidas de un negro que hasta ahora no han conseguido quitarse. Sirvan estas líneas de homenaje, hoy que se cumplen 9 años de su fallecimiento.


                                   Espectacular pintura del momento del ataque en el Galibier
                                             ("Camino de la gloria"©Cristina Flores)

                                  Monumento a la memoria de Marco en plena subida al Col du Galibier