sábado, 21 de septiembre de 2013

SALLANCHES ' 80 : HINAULT NO TIENE PIEDAD

Muchos coinciden en que fueron los Campeonatos del Mundo de ciclismo en ruta más duros de la historia y el resultado final de los mismos parece dar la razón a quienes lo afirman. Nos situamos en 1980 en la localidad francesa de Sallanches en pleno corazón de la Alta Saboya alpina donde el 31 de agosto del citado año iba a disputarse la prueba en línea de los mundiales de ciclismo en carretera. Las primeras impresiones y reconocimientos de los distintos corredores dejaban claro que era prácticamente un recorrido de montaña en el que las veinte subidas a la complicada cota de Domency iban no solo a decidir la carrera sino a hacerla pedazos literalmente. El propio Juan Fernández, uno de los pilares básicos de la selección española de la época, declaraba tras sufrirlo en sus carnes días previos a la prueba que difícilmente acabarían muchos corredores ya que apenas había descanso en el exigente trazado francés, el “circuito de la muerte” fue el nombre que más se escuchaba en esos días.



El favorito número uno a la victoria era el indiscutible dominador del ciclismo en aquellos tiempos, el francés Bernard Hinault, dado que el recorrido por su dureza le venía como anillo al dedo. El “caimán” llegaba al final de temporada con la espina clavada de haber abandonado en el Tour de Francia tras una lesión y con la motivación de correr en casa ante un público entregado. Como principales rivales del bretón a conquistar el preciado maillot arco iris podíamos citar al belga Pollentier, el transalpino Baronchelli o al escoces Robert Millar sin dejar de lado otros posibles contendientes como el granadino Juan Fernández e incluso al mítico Roger de Vlaeminck.


Pero los pronósticos se iban cumpliendo según iban avanzando los kilómetros y Bernard Hinault iba seleccionando con fuertes cambios de ritmo las primeras posiciones y dejaba a 12 vueltas para el final, algo casi imposible en el ciclismo actual, prácticamente sentenciada la carrera con el italiano Baronchelli como único contrincante que a duras penas podía seguir la rueda del potente corredor francés. Como anécdota destacar que el propio Bernard Hinault se acerco al coche del mítico seleccionador italiano Alfredo Martini para pedir la colaboración de Baronchelli en la escapada, pero el corredor de la azzurra poco podía hacer ante el empuje y la fuerza de un Hinault incontestable aquel día en Sallanches. A falta de una vuelta para el final, en plena subida a la Cota de Domency, el corredor francés asestaba el golpe letal que condenaba a Baronchelli a la plata y ponía tierra de por medio para conseguir el Campeonato del Mundo tras una inenarrable hazaña que solo los grandes de la historia de este deporte como el “Caimán” Bernard Hinault han podido firmar. En el sprint final por el bronce Juan Fernández se imponía a un reducido grupo entre los quince supervivientes de este terrible circuito alpino.

Fuente:  "Historias del Arco Iris" J.Carlos Molero



martes, 3 de septiembre de 2013

FREDDY MAERTENS: Lider de princpio a fin


En esta edición de la Vuelta ya hemos visto a cinco corredores distintos vistiendo el rojo de líder de la prueba en apenas una semana de carrera. Evidentemente esto no ocurre todos los años y en la Vuelta de 1977 sucedió  precisamente todo lo contrario, un líder de principio a fin, de la primera a la última etapa.



Ese líder fue el mítico corredor belga Freddy Maertens que en aquel entonces militaba en las filas del histórico conjunto Flandria portando el arco iris como campeón del mundo, título que conseguiría en dos ocasiones además de vencer en gran cantidad de pruebas de un día como la Paris-Tours o la Amstel Gold Race junto a los tres entorchados del maillot por puntos que consiguió en el Tour de Francia. Como curiosidad destacar que nunca pudo vencer, a pesar de estar muy cerca de ello en algunas ocasiones, en ninguno de los denominados monumentos del ciclismo (San Remo, Roubaix, Flandes, Lieja, Lombardía), sin embargo fue un corredor muy popular en su país Bélgica.





Ya en la salida de la Dehesa de Campoamor en Orihuela, Alicante, donde se celebro el prologo de 8km, el corredor del Flandria se enfundaba el maillot de líder (naranja en aquella edición) para no soltarlo hasta la etapa final. Pero por si esto fuera poco, Maertens también iba a dominar la carrera en lo que a victorias parciales se refiere, con un total de 13 etapas vencidas durante el transcurso de la prueba, superando a Delio Rodríguez que ostentaba el record de victorias de etapa en una misma Vuelta con doce en 1941. Excepto la clasificación de la montaña, ganada por Pedro Torres, las restantes clasificaciones fueron también a parar al ciclista belga del Flandria.


Para los demás fueron quedando las migajas que iba dejando el potente rodador belga que a pesar de no ser un gran escalador se pudo hacer en 1977 con la única victoria en una carrera de tres semanas en su palmarés. Bien es cierto que la suavidad del recorrido con pocas etapas fuertes de alta montaña y la suspensión de las últimas etapas en territorio vasco (la carrera finalizo en Miranda de Ebro) por los problemas socio-políticos de la época, fueron un punto a favor de la victoria de Freddy Maertens que pudo aventajar en casi tres minutos al guipuzcoano del Teka Miguel Mari Lasa.